Las agencias literarias españolas tienen, como misión fundamental, descubrir nuevos talentos literarios y como objetivo secundario, reubicar a aquellos autores cuyo florilegio literario resulta más notorio.
Déjanos que te descubramos:
Cuando en España se piensa en agencias literarias, se nos vienen a todos a la cabeza los grandes escritores; aquellos que alcanzaron el éxito de su mano. Sin embargo, hay muchos autores españoles que juegan en la «segunda división literaria» y que también son representados por estas agencias ante las editoriales. Estos autores no son de primera fila, no acaparan la atención de los medios de comunicación ni tienen sus obras en los escaparates de las librerías más conocidas, pero son capaces de vender algunos miles de ejemplares cada vez que lanzan una obra al complejo mercado editorial y son las agencias literarias las encargadas de representarlos, a ellos y a sus obras, ante editores remisos a costosas publicaciones sin garantías de éxito.
En la actualidad, la misión de las agencias se ha ampliado y cuentan entre sus servicios con nuevos aportes profesionales: por ejemplo, la valoración de obras literarias. Dichas valoraciones literarias resultan de mucha utilidad a la hora de evaluar una inminente publicación y permite a las agencias ubicar la obra en uno u otro sello, en el contexto editorial de los editores de España y/o el extranjero.
El error principal consiste en ponerse en contacto con las agencias literarias pretendiendo, únicamente, ser representado ante los editores. Dicha pretensión resulta extrema cuando el autor es poco o nada conocido por el público o los libreros. Lejos de esta intención, el autor debe dejarse asesorar por la agencia a la que confía su obra literaria que puede ofrecerle varias alternativas para comenzar una carrera de escritor profesional. Todo ello siempre y cuando su obra merezca realmente la pena.
En muchas ocasiones, los autores sobrevaloran sus obras hasta un punto inasumible por las agencias literarias y sin que haya pasado por las manos expertas de un lector profesional que, a la sazón, las agencias suelen disponer para estos fines. Lejos de esto, que sería un paso firme antes siquiera de intentar su publicación, el autor somete su manuscrito al parcial escrutinio de sus allegados que, lógicamente, la valoran de manera muy positiva: este es un error en el que ya cayeron muchos y que usted no debería cometer.
Confíe en su agencia literaria. Su equipo, más que nadie, sabrá orientarle en los pasos a seguir para que, en el caso de que la publicación se lleve a término, cumpla con todas las garantías editoriales para que sus obras literarias tengan un destino acertado y, por tanto, futuro editorial.
Y si lo que pretende es cambiar de editorial, sepa que las agencias editoriales están siempre abiertas a evaluar las posibilidades de un cambio a mejor y de continuar junto a usted un camino ya iniciado en busca de la excelencia literaria.
Las fórmulas de trabajo de las agencias literarias, en la actualidad, están cambiando como todo el complejo mundo editorial. Si estas agencias antaño valoraban trayectorias completas, actualmente una agencia literaria de España puede valorar un manuscrito y atreverse a representar a un autor por una sola obra. De la misma manera, las agencias literarias de España representan escritores allende nuestras fronteras, generalmente de origen latinoamericano. Pero a pesar de que los mercados cambian y las editoriales se muestran cada vez más temerosas, las agencias literarias españolas siguen apostando por el talento de quienes verdaderamente se dejan los dedos en el ordenador hasta culminar una obra excelente.
Por último, permítanos un consejo profesional: sea humilde y escuche todo lo que le digan, no solo aquello que quiere escuchar. Olvide los cantos de sirena y ponga su obra en manos de agencias literarias expertas, las únicas capaces de dar respuesta a sus inquietudes y a orientar su carrera de escritor de la manera más atinada.
Por nuestra parte, le deseamos mucha suerte en sus incursiones literarias actuales y futuras.